domingo, 27 de julio de 2008

Ser padre



La vida casi siempre te da dos o más oportunidades para todo. Puedes cambiar de trabajo, de casa, o incluso de pareja si quieres. Pero nunca puedes cambiar de hijos. Solo tienes una sola oportunidad para ser un buen padre para ellos.
Hace 21 años vino al mundo una pequeña criatura que Machteld y yo podemos llamar "nuestra hija". Genéticamente es una mezcla de sus dos progenitores y nos complace pensar que en ella están reunidas las mejores calidades de ambos. Pero la realidad es diferente. Un hijo es mucho más que la continuación de la base genética de la familia. Cada persona es única y debemos reconocerlo y celebrar la originalidad de este nuevo ser humano.
Me considero afortunado de ser el padre de Charlotte. Estoy orgulloso de los valores que tiene y de su forma de ser.
Disfruto de cada etapa por el camino de la paternidad. Disfruto ahora de tener a mi lado una mujer joven con las ideas claras. Disfruto de ver como empieza organizar su vida. Hoy en día mi contribución es inferior que en las etapas anteriores de su vida, pero el amor que tengo para ella solo crece con los años.
Ser padre es una experiencia única, y gracias a Charlotte una experiencia muy bonita.